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  • Foto del escritorTiempo Magis

Hasta el último hombre

¿Qué es?

“Hasta el último hombre” es una película del año 2016 dirigida por Mel Gibson y que, en sus 131 minutos, narra la historia de Desmond Doss, un joven que va a la batalla de Okinawa en el contexto de la Segunda Guerra Mundial como médico de combate. La historia destaca al mostrar cómo el protagonista es objetor de conciencia donde, por creencias religiosas, se niega a portar un arma desde el entrenamiento hasta en el mismo campo de batalla.


¿Por qué verla?

“Sólo uno más” es una de las frases que Desmond Doss repite constantemente durante toda una noche mientras se encuentra en Hacksaw. Luego de una batalla donde muchos de sus compañeros murieron y las fuerzas parecían abandonar a todos, el soldado Doss es quién rescata a los heridos que encuentra en el lugar donde se encuentran sus compañeros, aquellos que lo golpearon o molestaron unas semanas antes pero también a las personas del bando enemigo, en este caso los japoneses. De esta manera Doss les suministra algo para el dolor y los baja con una cuerda para que los soldados que se encuentran en espera puedan llevarlos al hospital de campaña. Una labor que pareciera ser de un “loco” como mencionan en la película pero que salva muchas vidas y termina siendo clave para recuperar el espíritu de sus compañeros.


¿Qué mensaje de Dios nos transmite?

Al ver la película se nos invita a reflexionar sobre aquella frase que mencionamos anteriormente y sobre el mismo título de la película, ¿qué implica decir sólo uno más? ¿qué significa hasta el último hombre? La historia nos enseña la importancia de ayudar al otro, de no dejar a nadie en el camino, de ayudar incluso a aquella persona que nos molestó, que quizás no es de nuestro agrado, a aquella persona con la cual tenemos diferencias de opinión pero que, sobre todo hoy en los tiempos que vivimos, es fundamental poder ayudarnos mutuamente dejando las barreras que nosotro/as mismo/as nos ponemos.

Desmond Doss enseña que la fe en Dios lo mueve a eliminar las barreras que no lo dejan ayudar en la guerra por no portar un arma. Él se convierte en el primer objetor de conciencia en recibir una medalla de honor por su valentía y su sentido de justicia sin barreras o diferencias.


Por: Francisca Rodriguez.


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