Aquí nadie se salva solo
Por: Karina Velarde, periodista
Este 2023, HBO comenzó el año con una de las series más esperadas de la temporada. Me refiero a "The Last of Us", adaptación del video juego del mismo nombre lanzado para Playstation en 2013 por la compañía Naughty Dog.
La historia nos sitúa en un mundo postapocalíptico que lleva décadas desolado por una pandemia provocada por el cordyceps, hongo que mutó por las altas temperaturas del planeta, que se propagó a la población a través de la harina.
En ese contexto, dos almas huérfanas, un padre sin hija y una hija sin padre, emprenderán un viaje que pondrá al límite su humanidad.
Capítulo a capítulo, Joel (Pedro Pascal) y Ellie (Bella Ramsey), tendrán que defenderse de los infectados y de los seres humanos que hacen lo imposible para sobrevivir en un mundo inhóspito y violento que los quiere devorar, mientras que cada uno lucha con su pasado, pérdidas, culpas y demonios.
Durante el viaje se conocerán, aceptarán y aprenderán a confiar mutuamente; hasta construir un vínculo igual o más fuerte que un lazo sanguíneo de familia.
Bajo el manto de ciencia ficción, drama y violencia que envuelve a The Last of Us, se esconde una perla preciosa que es preciso encontrar y esa es la esperanza en nuestra humanidad. Derribando la idea de que el tiempo cura toda herida, porque realmente lo que repara el corazón humano, es otro corazón; es esa conexión especial con alguien.
Sea ficción o realidad, aquí nadie se salva solo, todos necesitan de un otro para sobrevivir en un mundo sin Dios ni ley, porque finalmente a eso estamos llamados: a dar y a recibir, a proteger y ser protegidos, a amar y ser amados, aunque la vida se nos vaya en ello.