¿Qué es?
Hace dos años se estrenó “Pose”, una serie distinta, cruda, entretenida y con una historia llena de amor, amistad y que hace entender que el aceptar a otr@s es un desafío, y una opción de vida entregada hacia l@s demás. La serie se sitúa en el Nueva York de los años 80, en las historias que ocurren alrededor de los “balls” de la ciudad, una especie de competencia de baile, vestuario, actitud que concentró a la población LGBTI+ de la ciudad y otros grupos marginados como los afroamerican@s, latin@s y trabajadoras sexuales.
La serie se centra principalmente en la historia de Blanca, una mujer transgénero que decide irse de su “familia” (grupo de personas conformados por una "madre" y sus "hijos e hijas" que compiten como familia en los balls), y comienza a ser la “madre” de su propia casa, buscando a “hij@s” que, al igual que ella, han sido discriminados, marginados y no aceptados por su orientación sexual, identidad de género o etnia.
¿Por qué verla?
En dos temporadas, la serie -a través de la vida de sus protagonistas- cuenta historias sobre discriminación, la crisis del VIH y lo que significa la búsqueda de un lugar donde sentirte aceptad@, incluid@, no juzgado y, sobre todo, ahonda en el sentido de la familia.
Los y las protagonistas de la serie son personas de las cuales -incluso no teniendo cosas en común- se puede aprender mucho. La lealtad, el amor y la búsqueda de la verdadera identidad son temáticas que, de forma muy profunda, esta serie logra retratar, y que sin duda, al verla nos ayuda a entender situaciones, acciones, personalidades y actitudes que -sin quererlo muchas veces- juzgamos y discriminamos injustamente.
Esta serie es una producción con mucho corazón, y se nota. Cuenta las historias de forma muy personal, respetuosa, cruda y -sobre todo- real, tan real como nunca lo ha contado Hollywood antes, siendo esta la primera producción donde el 100% de las actrices que interpretan a mujeres trans, son personas trans.
¿Qué mensaje del evangelio nos entrega?
Jesús era una persona revolucionaria, que se juntaba con los y las excluidos/as, con quienes -en su tiempo- no eran dignos de mirar, de tocar o de hablar. Él se acercó, estuvo con leprosos, recogió a las prostitutas, y los/as incluyó. Lo que hace esta serie es darnos una vista a lo que viven las personas que viven los/as leprosos/as y prostitutas de la actualidad, y nos hace entender que, en sus historias, vive una increíble y conmovedora dignidad humana, y unas ganas de vivir la vida de forma real, siendo fieles a lo que cada un@ es.
Ver esta serie es un ejercicio que nos ayuda a entender que, por un lado, el juzgar a una persona por su apariencia, por lo que ha vivido, o por la enfermedad que tiene, genera un daño grande y, por otro lado, que el ejemplo de Blanca, de ser una madre para quienes no la tenían, y formar una familia con personas que lo eran -y jugársela por ellos/as al máximo por su éxito y felicidad- es una acción profundamente cristiana, y de la cual tod@s podemos aprender.
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