¿Qué es?
Es una película del género documental ambientada en Estados Unidos, específicamente en Nueva York. Se estrenó en 2017 y su director fue David France. Trata sobre el caso de la activista muerta en 1992 Marsha P. Johnson. Este documental retrata la problemática de género que comenzó hace mucho tiempo y que aún hoy en día no ha terminado. Mientras se enfrenta la ola de violencia contra las mujeres transgénero, la activista Victoria Cruz investiga la sospechosa muerte de su amiga Marsha P. Johnson.
¿Por qué verla?
La película sigue la investigación que reabre Victoria Cruz, otra activista estadounidense de los derechos de las mujeres trans que conoció al icono LGBT. Los que la conocían dicen que Marsha solía cantar “no seas pesimista, yo creo que el amor vale la pena, pero no te engañes, el precio que pagas es alto” y sobre esa última línea la voz de Marsha P. Johnson se rompía en un grito desafinado y fuerte. Esa misma voz comenzó un movimiento y la consolidó como una de las líderes activistas de la comunidad LGBT.
La letra P en su nombre significa “pay no mind” (no importa) y si el documental “La muerte y vida de Marsha P. Johnson” de David France, periodista de investigación del New York Times, confirma algo es que Marsha no pedía permisos ni disculpas por ser quien era.
La mujer transgénero se volvió un ícono de la lucha por los derechos de la comunidad fue encontrada en el Río Hudson. La policía tachó su muerte como un suicidio y cerró el caso.
El filme indaga de nuevo los acontecimientos que llevaron a su deceso. Y a pesar de que logra revelar nueva información sobre Johnson, la importancia del documental se centra no sólo en el hecho de contar un crimen sino también en dejar clara una advertencia: hemos olvidado a la comunidad trans.
¿Que mensaje de Dios nos transmite?
Las escenas de archivo que conforman el documental brindan veracidad a la narración, pero también se perciben como un cálido homenaje a quienes formaron parte en los inicios de la lucha; sin duda, “La muerte y vida de Marsha P. Johnson” es un trabajo que merece y debe ser visto.
Pero más allá de eso no debemos olvidar lo que el Papa Francisco ha afirmado en reiteradas oportunidades y es que, quien rechaza a los homosexuales "no tiene un corazón humano" y al mismo tiempo recalca que "todos somos seres humanos y tenemos dignidad". A nadie se puede juzgar por su orientación sexual, si no condenó Cristo mucho menos nosotros. Ni hablar de respetar el don de la vida que fue regalado a cada uno en particular y que tampoco debemos olvidar que hemos de cuidar y respetar.
Este documental homenajeando la corta vida de Marsha nos hace preguntarnos ¿nos comportamos como jueces o como hermanos?
Por: Mariana Balcaza