Por Gustavo Cano
Salir a la calle en Chile diariamente, es una posible experiencia de encuentro y enriquecimiento cultural ya que se tiene la posibilidad de interactuar, al menos de observar a ese otro u otra, que aun cuando busca la forma de adaptarse a las normas sociales del país, tiene costumbres culturales diferentes.
Según las cifras del Censo 2017, la población total en Chile es de 17.574.003 personas. Son quizá un poco mas de 746.465 personas que vienen de países cercanos en su mayoría que se han instalado en la sociedad chilena aportando desde su realidad un poco de su cultura, desde un plato de comida, hasta un servicio de barbería o un corte de cabello; en este sentido, el encuentro con un extranjero es inevitable.
Coexistir con diferentes culturas, costumbres, es un desafío constante donde se pone a prueba la tolerancia, el respeto, la dignidad, y expande la posibilidad de entender que hay otros que pueden pensar y hacer las cosas de forma diferente y no quiere decir que esté mal; invita a preguntarse ¿Qué de bueno puedo aprender?
Hoy, muchos hemos agregado a nuestra vida, a nuestras costumbres algo del “ser Chileno”, desde desayunar una marraqueta con queso, tomar “once” hasta conocer y respetar las fiestas patrias, y qué decir de agregar a nuestro acervo expresiones como “al tiro y cachai”; defintivamente hoy tomos somos Chile. Si ves a un extranjero, no lo hagas sentir “extraño”, hazlo sentir en casa. En una fecha como la hoy démosle la mano a aquel extranjero que busca oportunidades, que busca ser mejor, que dejó su país y sus bases culturales, siéntete orgulloso que una persona decidió, por algún motivo, forjar su futuro en tu país y que ahora comparte contigo códigos culturales. Es hora que todos sigamos construyendo un país más inclusivo, una casa empática y humanitaria.