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Cuando las mujeres alcanzaron los mismos derechos políticos que los hombres

Por Benjamín Sáez


La concesión del derecho a voto a la mujer en 1949 es un hito culmen en un proceso iniciado con anterioridad que a su vez estuvo nutrido por distintos hechos, aunque de una magnitud menor a la plena incorporación a la vida cívica.

Distintas agrupaciones feministas luchaban por acceder a los mismos derechos que ya gozaban los varones. Esta lucha enmarcada dentro de un proceso de transformación estructural en Chile, como lo fue la adopción de la Carta Magna de 1925, vino a dar luces de la senda que seguiría la democracia en Chile. Dicho proceso no es nada menos que la ampliación de los derechos cívicos a grupos tradicionalmente marginados de la participación electoral y política.

Una de las primeras conquistas alcanzadas por las mujeres fue la concesión del derecho a voto en las elecciones municipales en 1934. Dicha ley fue promulgada durante el gobierno de Don Arturo Alessandri Palma, y las mujeres pudieron gozar de este nuevo derecho por primera vez en 1935, durante las elecciones municipales en donde se presentaron 98 candidaturas femeninas, de las cuales únicamente 25 resultaron electas. Detrás de esta conquista alcanzada, que sólo prefigura el éxito venidero, está en parte motivado por el sentir de muchas mujeres que se expresa en las siguientes palabras: El hombre exige de su mujer, de su madre, de su hermana, de su amiga, sacrificios que las encuentra dignas de saber cumplir. Exige, porque sabe que la mujer como él, están dotados de inteligencia, voluntad y espíritu humano. Entonces, ¿por qué le niega lo que a ella pertenece por derecho y merecimiento?

Después de incorporarse, aunque tan sólo de forma parcial a la vida cívica, el objetivo estuvo puesto en formar plenamente parte de la vida ciudadana, es decir, anhelaban poder votar en las elecciones presidenciales. Alcanzando así una igualdad en el ámbito político con los varones. Elena Caffarena y Flor Heredia en 1941 presentaron al Presidente de la República, Don Pedro Aguirre Cerda un proyecto de ley que buscaba conceder el derecho a voto a las mujeres en elecciones presidenciales. Dicho proyecto no prosperó. El Congreso lo rechazó. A partir de 1946 la propaganda feminista se intensifica y se alcanza gracias a presiones de grupos como el MEMCH y FECHIF la promulgación de la ley de voto femenino en 1949. Con ese hito, acontecido bajo la administración de Don Gabriel González Videla, la mujer adquiere los mismos derechos políticos que los hombres, y pasa a formar parte del cuerpo electoral de forma plena. Las mujeres ejercieron este derecho por primera vez durante las elecciones de 1952, siendo decisorias para que Don Carlos Ibáñez Del Campo alcanzara la victoria.

En conclusión, durante 1949 se materializa un anhelo que posee antecedentes tanto ideológicos, expresados a través de la prensa y de diversos medios de divulgación, como conquistas parciales motivadas en parte por dicha propaganda, que desembocan en que la mujer posea los mismos derechos que los hombres en la formación de la voluntad soberana que se desarrolla en las elecciones. La información histórica fue extraída de la página memoria chilena, del libro de Historia de Chile de Simon Collier y William Sater, y el fragmento incluido corresponde a dichos de la secretaria general del comité nacional pro derechos de la mujer, Doña Felisa Vergara González, publicados en el Diario Nosotras.


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