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Testimonio

Por Sofía Mandujano, estudiante de IVº Medio


¿Cuál es el lugar del ser humano en la Creación?


En el colegio San Francisco Javier, cada año, la generación de segundos medios hace la actividad llamada “Caminantes''. Esta actividad es un recorrido que ejemplifica el viaje de un grupo de jesuitas. Yo tuve la oportunidad de asistir a esa experiencia a principios del año 2020. En los tres días que duró la caminata, pude observar cada camino, sendero y puente que cruzamos. Era impresionante poder admirar cada rincón de la naturaleza de forma tan cercana. Sentir la atmósfera de estar rodeado de algo más grande que uno mismo. Esa sensación me daba tranquilidad y seguridad que todo lo que estaba en ese lugar era hermoso por sí solo, porque reflejaba vitalidad en cada árbol, hoja, río, hongo, insecto. Agradezco haber podido tener esa experiencia antes de que la pandemia interrumpiera todo.


Al recordar esto, me hizo reflexionar sobre nuestra relación con la naturaleza. Hemos convivido con ella desde el principio de los tiempos, durante años hemos aprendido a utilizarla para nuestra conveniencia de la subsistencia del ser humano. El trato con ella ha ido en aumento llegando al punto de exceder el límite de recursos que nos puede proporcionar. Siento que tenemos la convicción que somos dueños de todo lo que existe a nuestro alrededor. Sin embargo, esta apropiación ha causado estragos y desequilibrio en todas partes del mundo. No hemos sabido cuidarlo como corresponde, a pesar que nosotros dependemos de él para vivir.


Dios es padre de todo lo que nos rodea y de nosotros. En el día a día, a través de sus enseñanzas, nos transmite el mensaje de respetar a nuestro prójimo, de servirle al otro como nuestro igual. Y creo que es momento de ver a todo lo que nos rodea como igual. Dios hizo al mundo como su mayor creación, a las plantas, los animales, los insectos, los mares, ríos, lagos, bosques, selvas, fauna y flora en general, y por supuesto, a nosotros los seres humanos. Todos los seres vivos nos creó para compartir y cuidarnos entre nosotros. Debemos abandonar nuestra superioridad de hace millones de años, no somos dueños de nada y de nadie. Es momento de ser conscientes. Nuestro lugar va más allá de subsistir por ella, debemos vivir junto a la naturaleza.

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