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Nuestro voto

Por Araceli Mancilla, Puerto Montt


La elección de constituyentes fue un hecho histórico para nuestro país. Después de una intermitente lucha que se vio maximizada en el Estallido Social del 18 de octubre del 2019, recuerdo la emoción de estar viviendo un proceso tan importante, la esperanza de los cambios venideros y en cómo aportaría mi granito de arena en ello. También creía que así como hubo una participación impresionante para el plebiscito que eligiera qué tipo de Asamblea tendríamos para escribir la Nueva Constitución, habría una participación similar al momento de elegir quienes serían los y las Constituyentes que liderarían este importante hecho. Postulados había de sobra, de todos los rincones del país, de todos los partidos e independientes, con ideas diversas y propuestas diferentes. Pero, ocurrió algo que llamó mi atención y generó cierta desesperanza en mí: fueron pocos los participantes de estas últimas elecciones.


Mucha gente adulta me ha dicho que soy ilusa por creer en que habrá algún cambio al respecto, que es absurdo ir a votar cuando son “los mismos de siempre”, que no creen en política o en las intenciones de aquellos que representan, lo cual me parece una opinión válida, aunque no del todo correcta. Por lo menos yo, aún poseo la esperanza de que las cosas cambien, que mejoren y soy totalmente consciente que este cambio que tanto he esperado y por el cual hemos luchado firmemente tomará tiempo, no será inmediato, pero ocurrirá si hacemos algo al respecto, si participamos, si ejercemos nuestro derecho a sufragar. Es cierto que las elecciones realizadas han tenido una participación (tristemente) baja; ¿será la desmotivación? ¿Será la desconfianza en la política? ¿Falta de información? ¿O es que queremos cambios inmediatos, aunque estos no sean posibles? Son preguntas que me hago cada vez que pienso en este pedacito de historia que me ha tocado vivir. Son preguntas sin respuestas instantáneas, pero que, aunque existan dudas, estoy segura que cada grano de arena aporta, que cada acción cuenta y si somos más quienes nos interesamos, más pronto veremos esos cambios y más fuerte será nuestro sistema representativo y que abrace todas las demandas sociales que tenemos como pueblo.


Se vienen las primarias presidenciales, está en nuestras manos ser parte del cambio. Este domingo 18 de julio serán las primarias presidenciales; invito a todos, a todas, jóvenes y adultos, ancianos y a quienes ya cumplieron la mayoría de edad a informarse sobre este hecho. A cuestionarnos: ¿Qué significa una primaria? ¿Cuál es su importancia? ¿Por qué no va ninguna mujer como representante? ¿Qué pasa con quienes ganan? . Para que así en el proceso eleccionario que se nos viene podamos alzar nuestras voces y plasmar en el papel nuestras ideas y esperanzas para el país. Recuerda tu carnet, tu lápiz tinta e informarte para votar consciente. Jesús nos invita a ser parte, a luchar por la justicia y sólo participando lo lograremos. No hay mejor representante de tus ideas que tú mismo o misma, y para eso, es necesario que cumplas con el deber cívico. Espero ver votaciones con un índice de participación alto, para abrazarnos en algún futuro cuando apreciemos como nuestra voz y voto comienzan a generar frutos. Somos actores sociales del cambio, somos la esperanza y el camino. Entonces, ¿participarás?


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