“La infancia pide a gritos que nos hagamos cargo”
“Que todo lo que hacemos con nuestro ejemplo sirva para que la gente deje de tener miedo, que todos seamos un aporte y que la infancia pide a gritos que nos hagamos cargo” comentó Elizabeth Bazaes, madre de acogida.
La familia, tiene un papel fundamental en el desarrollo integral de los niños y adolescentes y está estrechamente vinculada con aspectos legales, sociales, económicos, religiosos y culturales de cada país, según la UNICEF.
Frente a este contexto, en varios países surgió un modelo que cambió el paradigma para la protección de la población infantojuvenil, pasando de una mirada asistencialista, donde prevalecía la caridad, a un modelo donde prima el interés superior del niño.
Elizabeth Bazaes, junto a su esposo Pablo y sus dos hijos, con el deseo de aportar a esta sociedad, se convirtieron en una familia de acogida para niños, niñas y adolescentes que por diversos motivos se han visto vulnerados en sus derechos básicos. Es asi como llegó a sus vidas una niña de un año y medio, a quien por cuidado de su identidad llamaremos Fernanda.
Todo inició hace más o menos dos años, cuando todos en la familia estuvieron de acuerdo con querer acoger a alguien que necesitara de los cuidados y cariños que ellos podían brindar, y comenzaron todos los trámites para poder demostrar que su familia era idónea para recibir a un niño o niña.
“Pasamos por varias capacitaciones y finalmente, luego de un intercambio, cuando hicimos match con “fernanda”, vivimos un periodo de acercamiento para conocernos y adecuarnos”, aseguró Elizabeth
La llegada de Fernanda a sus vidas fue una bendición. Se llenan de orgullo al ver que gracias al fruto de su trabajo y cariño, su hija crece y se desarrolla como cualquier otra niña.
“Este proceso no ha sido fácil debido a la historia que acompaña a mi hija. Hubo que enseñarle a recibir amor, algo que la mayoría de la gente da por sentado pero para ella no era obvio. Este trabajo se dificulta debido a una sociedad poco empática en donde se revictimiza a la niña, la estigmatizan y discriminan por su pasado, por ejemplo no admitiéndola en un jardín infantil”, comentó su madre.
Tanto Elizabeth como su familia han querido y cuidado a su niña de acogida como si fuera una hija biológica, pero teniendo en claro que esta es una etapa de transición hasta que se encuentre una familia definitiva para ella. Esperan que durante este periodo la niña aprenda a ser querida, a confiar en los cuidados de la familia y a vivir un desarrollo integral que es común para todas las personas.
Cuando finalmente se encuentre un hogar definitivo para Fernanda, Elizabeth y su familia quieren seguir siendo familia de acogida, pero saben que antes de iniciar un nuevo proceso tendrán que rearmarse emocionalmente.
Ha sido la fe de Elizabeth y su familia la que les da la apertura para demostrarle a sus hijos, mediante el ejemplo, el amor incondicional de Dios. “Siendo una mujer de fe, he vivido pensando en cómo ser un aporte a la sociedad, creyendo que Jesús está en la cara de los más necesitados”, finalizó.
Este testimonio y muchos más hacen parte de la Fundación Asociación de Familias de Acogidas de Chile
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