Por: Zenaida Dreau, profesora enseñanza media.
¿Cómo vivir este tiempo? ¿Cómo hacerme responsable de lo que está pasando desde mi realidad? Son unas de las tantas preguntas que me he planteado varias veces desde que todo esto empezó y se podría decir que más bien desde el 18 de octubre. Quedarse en casa, ya sea trabajando, estudiando o simplemente viendo Netflix, que gran fortuna. Saber que tienes comida a diario, que podrás pagar las cuentas y tener acceso a internet al momento que quieras, que gran privilegio. Ojalá para todos/as fuese así.
“¿Profe en verdad no vamos a ir al colegio por varios días? ¿Qué voy a hacer? ¿Y nos harán clases por internet? Profe, es que yo no tengo como conectarme, aquí mis compañeros me comparten internet. Pucha profe, me voy a aburrir, voy a estar solo. ¿Profe, cuándo llegan las cajas JUNAEB? ¿Dónde las voy a buscar?” Son preguntas que duelen. Cuando yo era niña y vivía esto siendo estudiante, que me suspendieran las clases era lo mejor, desayunar en la cama, compartir en familia, estar acompañada. Pero hoy, como profe, soy más consciente que nunca de los privilegios que siempre he tenido, privilegios a los cuales muy pocos estudiantes de nuestro país tienen acceso.
¿Qué haría Cristo en mi lugar?... Frase del Padre Hurtado que hemos escuchado más de una vez, pero que hoy más que nunca es necesario que nos la hagamos. ¿Pondría Cristo en riesgo a los demás solo por querer salir? Seamos hoy más cristianos que nunca, poniéndonos constantemente en el lugar del otro/a y pensando ¿qué puedo hacer por mi prójimo?
Seamos responsable por todos/as aquellos/as que viven esta cuarentena como un verdadero sacrificio, en soledad, arriesgándose, yendo a trabajar, porque si no, no llegan a fin de mes ni con un pan en la mesa. Seamos conscientes de nuestros privilegios, utilizándolos para hacernos responsables de nuestra sociedad. Responsables de tantas abuelas y abuelos que día a día tienen que seguir yendo a trabajar, porque la pensión no les alcanza y porque muchas veces se tienen que hacer cargo no sólo de ellos, sino también de sus nietos. Seamos responsables para que esto termine lo antes posible, para que nuestros estudiantes puedan volver a sus centros educacionales, porque tener acceso a clases online es otro privilegio más que se suma a la larga lista que tenemos algunos/as y que a muchos/as le falta.
Tenemos que hacernos responsables de la sociedad en la que vivimos, no seamos egoístas, vayamos más allá y tengamos consciencia de que nuestras acciones siempre van a tener un impacto en los demás, eso es vivir en comunidad.
Hoy es momento de demostrar lo solidarios y conscientes que somos, no es momento de dejar de ser empáticos. Nuestra comunidad nos necesita hoy.